viernes, 10 de diciembre de 2010

LOS TIEMPOS PRE – INCAS Y DE LA CONQUISTA


Sin duda alguna, el tiempo Pre- Inca de nuestra Zarumilla  está íntimamente ligado al de Tumbes, dada la gran cercanía y comunicación entre estos lugares. En Tumbes, a juzgar por sus historiadores, se asentaron los Tumpis  (o Tumbis) con grandes edificaciones teniendo como capital política y religiosa “Cabeza de Vaca”, hoy lugar perteneciente al distrito de San Pedro de los Incas (Corrales) , extendiéndose su radio civilizador, según escribe Ricardo Pérez Salazar en su ensayo Importancia Histórica de Tumbes “Por el norte hasta Zarumilla, por el sur hasta La Cruz, por el este con el Caserío de Plateros – hoy perteneciente al distrito de San Jacinto - ; y por el Oeste con el Océano Pacifico”.

Así mismo, afirma que: “los pobladores de esta región costeña hablaban el dialecto SEC, tenían por dioses al tigre y el león; cultivaban el maíz, frijoles, camote, yuca, algodón, piñas, coco, entre otros y se dedicaban a la crianza del venado, cazaban zorros, pumas y jaguares” la pesca indudablemente también se constituyó como una de las principales actividades, destacándose las grandes áreas de siembra de maíz.
Cieza de León, en “La Crónica del Perú” menciona que como es lógico suponer, la bebida del pueblo tallán fue la chicha de maíz, que se consumía en gran cantidad. Este hecho, lo menciona el Cronista manifestando que siempre estaban con un vaso en la mano. Pizarro fue convidado con Chicha por la Capullana la hermosa Susi, y también por los caciques de Tumbes y de Poechos.
“Los Tumpis se identifican por presentar  una cerámica escultórica representando animales, vegetales y seres humanos, el color predominante era el blanco crema y rojo indio (marrón) aunque algunos son de color negro”.
Respecto a la textileria “Estaban poco adelantados, sobresaliendo en metalurgia usando el oro que lo extraían de los ríos, y la plata proveniente de la sierra, confeccionando brazaletes, alfileres pendientes, anillos, cuchillos y mascarillas”. “Los Tumpis llevaban en la cabeza por divisa un tocado (parecido a una guirnalda) que le llaman Pillu”. Se supone que luego de que los Incas dominaron este grupo cultural, éstos sobresalieron  y se adiestraron en muchos aspectos culturales aunque por breve tiempo pues la dominación española así lo determinó.
Zárate, relata que los tumbesinos vestían túnicas y pequeños paños. Hombres y mujeres lucían muchas joyas de oro. Las mujeres visten hábitos de algodón hasta los pies, a manera de lobas y los hombres traen pañetes y unas túnicas hasta las rodillas y encima unas mantas. Todos visten igual  y la diferencia está en el tocado de las gentes de cada pueblo, siendo lo común rodear la cabeza de cordones de lana de distintos colores.
En Tumbes según los vestigios, hallados una de las actividades artesanales más importante del poblador, fue la elaboración de los MULLUS. El Mullu es el nombre quechua de una concha de color rojo o colorada denominada comúnmente “Concha de puntas o “Concha colorada.
El nombre científico de esta concha es Spondylus princeps, con cuyas valvas los antiguos Tumbesinos elaboraron maravillosas mini esculturas con motivos antropomorfos, zoomorfos, fitomorfos, geométricas, etc.; estas mini esculturas reciben el nombre de Mullus, dado el material de donde proviene la utilización que se les dio fue, como objetos mágicos para atraer las lluvias entre otros usos, más aun, se afirma  que los Mullus fueron bioindicadores barométricos en el tiempo prehispánico; a tal punto que su carencia en el mar provocaba sequía y su abundancia garantizaba lluvias.
Estos aspectos eran bien conocidos por lo pobladores de hoy litoral Tumbesino y del Ecuador.
            Respecto a la relación con algunas otras culturas, hay muchos historiadores que incluyen entre los Tallanes a los antiguos Tumbesinos, aunque opinan que éstos si estaban fuertemente influenciados por las  culturas que se desarrollaban a sur del Ecuador, El arqueólogo Ecuatoriano Emilio Estrada es un convencido de que las culturas de la costa del Ecuador y de la costa norte del Perú se vieron influenciadas por la cultura Maya. Estrada había trabajado con los científicos norteamericanos Megger y Evans que descubrieron en Valdivia (Ecuador) ceramios a los que el radio- carbono dio 5,000 años de antigüedad. Los Mayas habrían llegado al Ecuador cuando ya hacia 1,000 años se habían iniciado los primeros procesos culturales. En la semana de la arqueología Peruana celebrada en Lima en noviembre de 1959 a la que concurrió Emilio Estrada como invitado especial expuso la posibilidad de que Valdivia haya  irradiado su influencia hacia el Sur, en los  pueblos pescadores de Piura y Tumbes. Es así como la fase Tumbesina de Casitas habría tenido relación con Valdivia y la fase Paita con Machala (Ecuador).
            Cuando los Chimus tuvieron como capital la célebre ciudad de Chan Chan  llegaron a su mayor nivel de esplendor, extendieron sus dominios hasta Tumbes por el norte, hacia el norte formaron un estado regional desde Tumbes – Zarumilla  y hasta Lima Huaura entre el 1400 d.C. y el 1470 d. C., pero este fue un soguzgamiento muy flojo y corto  porque  bien pronto aparecieron los Incas,  los Chimus fueron vencidos por Tupac Inca Yupanqui sucesor de Pachacutec, quien recibió el poder en el año 1417 hasta 1485, avasallando estos al Imperio Chimu y soguzgando a los Tallanes, conquistando los limites máximos del Tahuantinsuyo, esto es hasta Quito en el Ecuador.
            Posteriormente gobierna Huayna Capac (de 1485 hasta 1521), quién luego de estar dos años en Quito se dirige hacia Tumbes donde encontró un próspero curacato (Tumpis) cuyos habitantes habían labrado unas 40,000 hectáreas de Tierras con un sistema de riego del cual hasta hoy se conservan vestigios (canal de la margen izquierda del río Tumbes).

            Este curacato no le ofreció resistencia si no que le obedecieron y le recibieron como señor.

            Durante su estadía en Tumbes Huayna Capac en lugar de las divinidades de los pobladores tumbesinos introduce como dioses al Sol (Inti) y a la Luna (Killa); cuyos restos de los templos erigidos al sol y la luna por Huayna Capac, aún no se han hallado.

            Tumbes llegó a ser un paso obligado del comercio del Imperio con los Mayas y Aztecas, fuente de aprovisionamiento de chaquiras, especies de coral y conchas de alto valor ornamental y religioso para los Incas.
El periodo de dominio de los Incas en la historia se puede considerar corto, pues poco a poco aparecieron los españoles en tumbes. En 1527 Pizarro llegó a Tumbes en su segunda expedición. Y, en su tercera expedición, llegó a la Cruz (1532), no hallando calma en Tumbes como resultado de la guerra civil que se había entablado entre Huascar y Atahualpa. Así, Tumbes estuvo dividido en dos bandos; los Tumbesinos (y nuestros antiguos pobladores) partidarios de Huascar, que era el hijo de la Coya (mujer principal del Inca), acatando la tradición cuzqueña de fidelidad del heredero autentico de los Hanan Cuzco, decidieron ponerse del lado de los visitantes, quienes simpatizaban con Huascar.

            Como el cacique Chirimasa (o Chilimasa) tenia bajo sus órdenes a los Tumbesinos Atahualpistas (Atahualpa fue hijo de una Palla, que no era mujer principal del inca), los españoles libraron recio combate con éstos en un fuerte, donde Pizarro luego de varios enfrentamientos le ofreció la paz, el Curaca Chririmasa (o Chilimasa) sin tener otra opción que elegir se vio forzado a aceptar la propuesta, por lo que se entregó.
            Tumbes no tiene fecha de fundación española, pues era ya una ciudad fundada, según las crónicas de la conquista “Tumbes” es el primer nombre que recibió nuestra patria, por las primeras noticias escritas que de estos pueblos recibieron los reyes de España.
            En el Virreinato, Tumbes  seguía siendo centro comercial de tránsito entre Virreinatos de Perú y Nueva Granada.
            Es lógico pensar, que todos estos acontecimientos fueron vividos e influenciaron enormemente en los pobladores de la tierra que hoy asienta a la Provincia de Zarumilla, dada su gran cercanía y fluidez.
            Carlin Arce, menciona El Camino de los Llanos, que comenzó a construirse en tiempos de Tupac Yupanqui partía de Cabeza de Vaca, seguía por la margen izquierda del río Tumbes pasaba por Rica Playa, Poechos, San Miguel de Piura en el Valle de Tangarará, continuando de allí hacia el sur, fue el que empleo Francisco Pizarro para fundar San Miguel en 1532. Inicialmente este camino no continuaba hacia el Ecuador debido al clima mortífero de la Costa o la naturaleza pantanosa de su suelo en época de lluvia, pero Huayna Capac muy adicto al país de los Cañaris (Ecuador) mandó construir la calzada según dice Fray Buenaventura Salinas  en sus “Noticias Cronológicas”.
Sin embargo otros autores afirman que el camino de los Llanos fue construido en tiempo de los Chimues y que los Incas, solo se limitaron a mejorarlos pues desconocían la técnica de construcción en el desierto.

            Este camino de los Llanos tenia 40 pies de ancho y estaba asentado por Tapiales** de tierra cuando atravesaban un valle o simplemente señalado mediante palos o estacas cuando atravesaba un arenal.
Con el fin de facilitar el comercio interno se construyó el camino Tumbes – Loja con ramificaciones a la sierra ecuatorial, lo que permitió que cuando el Inca se hallase de visita en Quito o Tumibamba comiese pescado fresco de Tumbes. Se afirma que los mariscos y peces provenían de los hoy conocidos esteros de Zarumilla y Matapalo (Se puede visitar estos lugares ingresando camino hacia el caserío del Bendito, al puesto  El Algarrobo). Este camino o recta comercial que fue construido en época anterior a la dominación incásica remontaba el río Tumbes, subía los Andes, para proseguir a Loja y Quito, fue mejorado posteriormente con la llegada de los Incas, las conchas de mar y los caracoles eran objetos que se empleaban en el trueque de mercaderías.
Esto demuestra que la comunicación terrestre era fluida entre los lugares mencionados.
            Tumbes durante el Virreinato había sido integrante de la Intendencia de Trujillo y del Partido de Piura, que comprendió esta parroquia y la de Amotape.
            El primer Virrey Blasco Núñez de Vela, llegó a Tumbes el 04 de Marzo de 1544, desembarcando en la Bocana del río, según L. Costa en su “Historia  Cronológica del Perú”.
            Mucho antes que floreciera la civilización de los Incas hubo una civilización arcaica primordial (primitiva) en verdad varias civilizaciones cuya antigüedad es difícil establecer.
Los pobladores de la costa fueron posiblemente llegando por el mar siendo recolectores de mariscos, cazadores y nómadas. Estos desembarcaban en las desembocaduras de los ríos y llevados por su vida trashumante, los iban remontando poco a poco asentándose en los lugares que les ofrecían  mejores condiciones de vida.
            Sin duda alguna los hombres que se asentaron en la desembocadura de los ríos (esteros–manglares, en cierto caso) fueron poco a poco avanzando valle arriba, posiblemente persiguiendo a la presa en cacerías que organizaban y al encontrar sitios que consideraban propicios, iban formando nuevos asentamientos humanos, en un proceso que sin duda duro muchos siglos.
            En la publicación (folleto) más antigua dedicada a la región d e Zarumilla publicada por J. Noblecilla en 1892, se informa de datos geográficos importantes  para su época y menciona ya las primeras noticias cobre algunos conchales y túmulos artificiales de conchas de ostras, y que se sabe hoy en día representan desperdicios de cocina prehistóricos, como  lo veremos en adelante, definitivamente tales acumulaciones de restos  de conchas no parecen ser naturales sino los  residuos de la alimentación de moluscos de  aquellos pobladores.
            Siempre ha llamado la atención, la presencia de montículos (mounds) bajo los cuales se solían hallar restos de mariscos, cacharros inclasificables y osamentas humanas y de animales: desperdicios en una palabra. Como casi siempre se les hallara en   la Costa y como además en la mayoría de las veces predominaran en ella los moluscos, la opinión más vulgarizada opto por considerarlos hacinamientos de éstos.
En 1894, el alemán Von Ihering descartó la opinión común al respecto y sostuvo que estos encerraban un significado más profundo. Según él, se trataba de vestigios históricos, documentos inapreciables para juzgar viejas civilizaciones. Poco tiempo después se dio a dichas “Acumulaciones de moluscos”, según se había dicho hasta entonces, el nombre de Kjokkenmoeddinger, palabra danesa que quiere decir “Residuos de cocina” y que los ingleses llamaron Kitchenmidden. En Brasil tales “desperdicios” eran conocidos con el nombre de Sambaquis; en Estados Unidos de Norteamérica con el de Shell-heaps; en Argentina con el de paraderos. En castellano su término equivalente seria el de concheros, que figura en el Diccionario de la Lengua con la acepción siguiente: “Deposito prehistórico de conchas y otros restos de moluscos y peces que servían de alimento a los hombres de aquellas edades. Generalmente a orillas de mar, de los ríos y cerca de las cuevas o cavernas”.
Los Kiomendinger, como se les denomina, simplificando el término danés, fueron frecuentes en las orillas del mar, tanto en las orillas del Atlántico como en las del Pacífico.
Tratándose de las civilizaciones primitivas del Perú, el arqueólogo Max Hule fue de los primeros en aplicar los principios que condujeron a precisar la índole de los Kiomendinger, al referirse a las llamadas “Necrópolis de Ancon”, según puede verse en el número 1 de la Revista Histórica del Perú”, Lima (1916).
Los concheros serían los más antiguos vestigios de vida humana en el nuevo mundo, aunque de ningún modo pasarían más allá de la época  cuaternaria, algunos concheros sirvieron como cimientos o basamentos de viviendas. El hombre se instaló sobre ellos constituyéndose núcleos de poblaciones dedicadas a la pesca y la caza los dos medios principales de subsistencia del hombre primitivo. Los concheros indican cual era el alimento principal de la región y por lo tanto, de que vivían: si eran cazadores o pescadores; que géneros cultivaban; cual era por lo tanto, su contextura, su mentalidad religiosa;  las tumbas esclarecen aún más estos conceptos.
Es importante tener en cuenta esta recopilación de datos, dado que nos muestra la gran importancia de estos lugares denominados concheros, que en algunos centros poblados de nuestra provincia existen tal es el caso del Caserío Loma Saavedra de donde según el Instituto Nacional de Cultura – Tumbes en su informe de Reconocimiento de Sitios Arqueológicos en Zarumilla, existe un Conchal – Cementerio y en Matapalo un Montículo artificial. En este último lugar según veteranos pobladores hay indicios de que al haberse excavado zanjas para cimientos de viviendas se han hallado restos arqueológicos lo que se corrobora en el informe del INC.
En los apuntes de Zeña, sobre la Provincia de Zarumilla, menciona: “Que no se sabe nada sobre los primeros habitantes del territorio que hoy comprende la provincia de Zarumilla”, además indica que en el curso alto del río Zarumilla, en el lugar denominado Cabo Gutierrez. Por el año 1940 se descubrió una piedra con jeroglífos, la que no ha podido ser reencontrada, pese a la búsqueda intensa que se ha hecho de ella, tal vez, por haber sido cubierta por la vegetación o arrastrada por el río. Estos jeroglífos se observan en algunos ríos de la costa, tal como los del río Jequetepeque y son indicios evidentes de hombres prehistóricos.

            La cerámica hallada en el Valle de Zarumilla tiene las características de la denominada cultura Tallán, civilización  que algunos historiadores creen distinta de la Chimu y hasta con lengua propia, el Sec. También se ha encontrado ceramios con las características propias de la cultura Tuncahuán- del Ecuador, pues las barreras de las fronteras nacionales no existan por tanto no había nada que lo impidiera- con influencia tiahuanacoide de la costa, segunda época y con influencia inca, este hecho revela que hubo intercambio profundo con los pueblos situados más al norte del río Zarumilla, hasta donde llegó la presión de la cultura peruana, antes de ser incorporadas esas tierras al Imperio,  por el Inca Pachacutec”.
            Una misión de la Universidad de Tokio que en 1958 exploró e hizo estudios de la desembocadura de los ríos Tumbes y Zarumilla, este último fue objeto de una acuciosa exploración científica. El sitio que motivo la atención fue Cuchareta en el río Zarumilla, en la inmediación del caserío de Pocitos. Sobre los hallazgos en Cuchareta no se ha podido precisar nada, pero se supone que datan de un “período pre - floreciente hasta el período Chavin”.
Lo cierto es que los investigadores en Garbanzal y en Cuchareta, muestran que entre los 500 años a.C. y los 200 años a.C. los valles de Zarumilla y de Tumbes fueron poblados por gentes que ya conocían la cerámica, eran sedentarios y trabajaban en la agricultura. Un poco más tarde, los núcleos humanos aparecieron por otros lugares de Tumbes, como en Casitas.
            En el mes de Febrero de 1998, en el centro poblado de La Palma en la provincia de Zarumilla, debido a una inusual y gran creciente del río Zarumilla como consecuencia del Fenómeno “El Niño”, este ingresa a varias chacras, entre estas a una propiedad del Sr. Méndez; y por erosión deja al descubierto una posible “huaca”, donde se hallaron  gran cantidad de ceramios, restos humanos y pequeñas placas metálicas. Debido a esto el INC de Zarumilla toma las medidas respectivas y logra recuperar aproximadamente 300 ceramios
(en forma de vasijas, cántaros,  etc.). Estos ceramios se encontraban  en el local de la biblioteca de este caserío.
Este aspecto muy  por cierto, indica una vez más que si hubo importantes asentamientos humanos, hecho que permitirá  poco a poco ir tejiendo la historia de Zarumilla a nuestros arqueólogos, historiadores e investigadores.

 

1 comentario:

  1. Interesante información sobre las culturas preincas en el actual Tumbes. debemos reconocer que hay mucho por difundir sobre nuestra historia. Gracias por este aporte.

    ResponderEliminar