Quizá conocemos a la Patrona de la Provincia de Zarumilla: La Virgen del Perpetuo Socorro. La historia nos cuenta que la imagen (porque es un cuadro) procede de una antigua imagen griega llevada desde Creta de Roma por un mercader que huía de los turcos a fines del siglo XV. Después de muchos prodigios que le dieron la fama de “Virgen milagrosísima” la invasión napoleónica, que destruyó su templo la relegó al olvido. En 1865 el Papa Pio XI recordando la historia del cuadro del Perpetuo Socorro, entregaba su imagen a los misioneros redentoristas en la persona del Padre Mauron, Superior General diciéndole:
“Que esta imagen sea conocida en el mundo entero”.
El cuadro original se conserva en Roma en la iglesia Redentorista de San Alfonso (Vìa Merulana), pero en algunas regiones, y en el Perú a nivel Nacional, es frecuente la reproducción en estatua (Así sucede en nuestra provincia).
El cuadro tiene un significado en cuanto a los personajes y símbolos allí plasmados, la descripción es la siguiente:
Centrando el Cuadro está María Dolorosa, Jesús un niño un poco grande para ir en brazos de su madre (Significa que para llegar al reino de Dios debemos hacernos niños, aunque hallamos crecido), dos ángeles se hallan a los costados de la virgen, son San Miguel (¿Quién como Dios?) a la izquierda. Este ángel es considerado como primer servidor de la Reina de los Ángeles, es el ángel custodio de Cristo, de su sagrado corazón, de la eucaristía, del Santo sacrificio de la Misa , Príncipe y señor de las almas que entran al cielo, será el vencedor del Anticristo y el Ángel del Juicio Final.
San Gabriel (“Fuerza de Dios”) se halla a la derecha. Este ángel es el mensajero del espíritu Santo, El fue quién instruyó al Profeta Daniel sobre la venida del Mesías (Dn 9,21-27); a Zacarías sobre la del Precursor (Lc 1, 26-37). Es el ángel de la Guarda de la Santísima Virgen. Es también patrono de la oración ferviente.
En el cuadro también hay muchas letras que dicen “Madre de Dios”, “Jesucristo” y sobre cada ángel su nombre. Todo en abreviaturas con caracteres griegos.
Sobre la frente de María una estrella que hablaba de orientación en la noche de la tentación o del pecado.
Al niño se le cae la sandalia, símbolo de su carrera, huyendo aterrado de los instrumentos de la pasión que le traen los Ángeles y María irradiando amor desde su mirada que nos sigue a cualquier parte.
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